sábado, 14 de septiembre de 2013

Sun Shine


Resistí el paso del tiempo. Vi irse al sol junto con toda mi gente. Hablo con ellos durante la noche.


 

Se anda por la vereda


como león de pasos
suaves.

Se es el suelo, que dirige
a través del tiempo.

Se salta o se anda
a través del trigo en dichos
cortos o largos.

El principio tiene dispuesto el
final. Nada importa tanto
como el trayecto.

Así la espada, así una salto, sólo
si se está a la mitad.

En una ciudad en ruinas
descansaban los vestigios de
una historia pasada.

Sun shine, sun shine, sun shine

De entre las hierbas salieron
hombres, mujeres y fieras
del pasado que convivían
en pasos, sonrisas y recuerdos.

Sun shine, sun shine, sun shine

Estuvimos de las manos
mientras el sol andaba.

De entre los antiguos patios
llegaban las risas y voces de
los niños que jugaban.

A lo lejos sólo pude mirar pequeños
gatos que removían el pasto
y las matas largas de trigo.

En las salas templadas,
la realeza disfrutaba el fresco atardecer,
el silencioso amoratamiento del crepúsculo.

Sun shine, sun shine, sun shine

El rey se fue quedando
dormido hasta convertirse
en león.

Las leonas dejaron sus ropas
y al atardecer prepararon
el tiempo de cacería.

Moon shine, la memoria resiste
En la noche comprendí
que los fantasmas
son momentos que se repiten,
son ciclos que se viven
y gozan a sí mismos.

Efrapi

viernes, 6 de septiembre de 2013

Calzada de los muertos





Imaginé los parajes más lindos de la ciudad prendido de tu mano. Busqué el destierro de todos los fantasmas y encontré el derrotero. 

Me lancé hasta donde pude para encontrar tu verdad y sólo encontré la muerte. Me preocupé por levantarla entre mis brazos, cerca de mis besos, pero ya era un cuerpo inerte. 

Señalé un punto en el firmamento y prometí que ahí sería tu nueva morada...

Al regresar la mirada a la tierra mil civilizaciones habían derrotado al ojo que escucha, al oído que ve, al espíritu de la esperanza. Mil hombres de todos los colores peleaban por ser diferentes ante la luz que sólo ilumina la superficie.

Caminé dando tumbos entre las sombras del olvido, atravesé la Calzada de los Muertos, escupí tres veces sobre tu ausencia.

Con el último esfuerzo logré solicitar que nadie me molestase, elegí la soledad como el refugio perfecto en donde todo se desvanece. Desaparecí de tu mirada.

Eufemio Franco Pimentel